En el libro de Marcos, por ejemplo menciona el infierno, refiriéndose a el como un sitio en donde hay fuego que nunca se apaga, lugar al que están destinadas las almas de aquellos que han escogido ser malvados. Al querer explicarle a los que estaban escuchando su sermón sobre ser buenas personas siempre, les enseña que era mejor dejar de lado cualquier cosa terrenal, antes que aferrarse a algo malo y luego pasar la eternidad en el infierno, donde según sus palabras los impíos pagarían por todos sus castigos, pasando por diferentes tormentos.
En el libro de Mateo también indica que las personas malvadas de corazón, serían separadas de las que han sido buenas en la Tierra, pasando las primeras a recibir un castigo eterno en manos de Satanás, mientras que las buenas reinarían junto a Dios en el cielo, disfrutando de una eterna vida de paz.
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